¿Hay un 5º poder 2.0?

Ayer, al leer una cita de Ignacio Ramonet en el libro de Javier Celaya La empresa en la web 2.0, reflexioné tanto sobre nuestros hábitos de búsqueda de información en Internet como, sobre las expectativas que generan tales búsquedas.  Según Ramonet, director de la publicación Le Monde Diplomatique, en nuestras sociedades hipermediatizadas se da paradójamente la inseguridad informativa, debido a la falta de credibilidad que los ciudadanos tienen en las informaciones facilitadas por los medios de comunicación tradicionales (prensa escrita, radio y televisión).

Una consecuencia de ello es que el ciudadano, convertido en internauta, al tiempo que experto en una temática concreta, consumidor, y/o cliente, recurre a la red y a otros canales de comunicación 2.0 como los blogs, wikis, comunidades virtuales, redes sociales…  para preguntar, comentar, criticar, en si, opinar, sobre la fiabilidad de los servicios y productos publicitados en Internet y sobre la información ofrecida por los medios de comunicación tradicionales e incluso digitales. Según Celaya, «existen estudios que demuestran que los blogs y las redes sociales son, para muchos lectores, unos medios de comunicación alternativos a la prensa tradicional y una fuente fiable de información para los consumidores entre consumidores».

Tales afirmaciones, me llevan a acercarme cautelosamente a la siguiente idea presentada en forma de pregunta: ¿ las conversaciones generadas a través de la web social 2.0 podrían constituir y formar parte de un nuevo  «5º poder»? Los diálogos y las conversaciones digitales y múltiples entre millones de iguales, en las que el sentido de pertenencia lo aporta la noción de internauta y en las que se advierte la presencia de una voluntad común en contra del dirigismo y la imposición de ideas, constituyen una fuerza expresiva que conforma  la opinión pública 2.0, que cada día influye más en las conversaciones offline de dirigentes políticos, multinacionales y administraciones públicas, entre otros.